¿Cuándo es el momento adecuado para llevar a tu hijo al podólogo?

Si tu hijo camina mal, le duelen los pies al andar, no encuentra el equilibrio mientras camina o crees que puede tener alguna alteración o dolencia, es importante acudir a un especialista. Esto es fundamental para garantizar su correcto crecimiento y desarrollo. Pues, un desarrollo saludable del pie en los niños es esencial para una correcta formación y funcionalidad en la etapa adulta. Es por ello por lo que muchos padres se preguntan cuándo llevar a un niño al podólogo.

En Pirufin, somos expertos en calzado infantil, por lo que conocemos algunas necesidades del desarrollo y crecimiento de los pies de los más pequeños. Por ello, en este artículo, te explicamos por qué es importante acudir a un especialista y cuándo es el momento más adecuado.

Importancia de la salud podológica en la infancia

La salud podológica en niños es muy importante desde bien pequeños. Además, las revisiones periódicas permiten detectar y corregir posibles patologías en etapas tempranas. Por ello, son muy útiles para prevenir futuras complicaciones y garantizar el desarrollo saludable de los pies.

En los primeros años de vida de los pequeños el pie crece muy rápido y, por lo tanto, es más moldeable y se expone a más cambios, por lo que pueden aparecer alteraciones o dolencias que se deben detectar a tiempo para poder corregirlas fácilmente. De lo contrario, esto puede suponer un problema mayor cuando crezcan. Por ejemplo, hay niños que caminan de puntillas, arrastran los pies o no apoyan bien la planta del pie.

¿A qué edad se recomienda la primera visita al podólogo infantil?

Generalmente, está recomendado acudir con los niños al podólogo por primera vez entre los 3 y 5 años. Esta primera revisión permite que el especialista evalúe el desarrollo de los pies del niño, detecte posibles problemas y establezca un plan de seguimiento.

Además de una revisión profesional, es importante usar plantillas o calzado específico si lo recomienda el especialista. En nuestra sección de plantillas infantiles encontrarás soluciones que puedes incorporar fácilmente en nuestros modelos con plantilla extraíble. ¡Asegura su bienestar desde la base!

Señales de alerta que indican la necesidad de consultar a un podólogo

Existen varias situaciones que te alertan sobre cuándo llevar al niño al podólogo, las más frecuentes son:

• Dolor en pies, rodillas o espalda.

• Alteraciones al caminar: como hacerlo de puntillas, hacia dentro o hacia fuera.

• Cansancio excesivo al caminar o correr.

• Deformidades en los pies: como pies planos, pies valgos o pies cavos.

• Uñas encarnadas, verrugas plantares o papilomas.

• Callosidades, durezas o grietas en los pies.

• Pies hinchados, rojos o con cambios en la coloración.

• Lesiones en los pies: como fracturas, esguinces o torceduras.

Problemas podológicos comunes en niños

En las consultas podológicas para niños, se pueden detectar muchos problemas en el desarrollo de sus pues, algunos de los más comunes son:

• Pie valgo: es una patología común en niños que no suele presentar síntomas, por ello puede pasarte desapercibida. Te aconsejamos corregirla cuanto antes para prevenir problemas en la etapa adulta.

• Pies planos: consiste en una deformidad que causa que el arco plantar esté aplanado o caído. Con el fin de evitar molestias, te recomendamos que el niño realice ejercicios que mejoren la movilidad de las articulaciones, minimizando el dolor.

• Pies cavos: el arco plantar interno se encuentra más elevado de lo usual, esta es la patología contraria al pie plano. La deformidad hace que el apoyo del pie sea menor, provocando inestabilidad en el niño a la hora de caminar.

• Clinodactilia o dedos torcidos: se trata de una deformación congénita común, en la que los huesos de los dedos de los pies se curvan o se desvían de forma anómala. No es dolorosa para todo el mundo y se puede solucionar con tratamientos ortopédicos a medida que ayuden a que se alineen los dedos.

• Marchas en puntillas: es bastante común en los niños más pequeños, al dar sus primeros pasos. Esta patología suele desaparecer conforme crecen, de no ser así, tendrás que consultar a un experto que realice un seguimiento y controle la evolución de su pisada, ya que podría generar otras enfermedades.

Consejos para el cuidado diario de los pies en niños

Para prevenir futuros problemas en los pies de tus hijos, te recomendamos seguir estos cuidados que beneficiarán su salud:

• Utiliza un calzado adecuado: del tamaño correcto y con un buen soporte para la actividad que vaya a realizar.

• Higiene: lavar los pies todos los días y secarlos con cuidado, haciendo hincapié en los dedos.

• Corte de uñas: hay que hacerlo con regularidad y en línea recta para evitar las uñas encarnadas.

• Inspección regular: en busca de signos de rojeces, cortes, ampollas o cualquier otro signo anómalo.

En Pirufin te ofrecemos una selección de zapatos respetuosos Piruflex diseñados para favorecer el desarrollo natural del pie infantil. Su diseño ergonómico y materiales flexibles ayudan a prevenir dolencias y aportan la comodidad que tu hijo necesita en cada etapa.

Preguntas frecuentes sobre podología infantil

¿Es normal que mi hijo camine con los pies hacia adentro?

No, cualquier alteración al caminar es un signo de anomalía, por lo que deberás acudir con tu hijo al podólogo.

¿Cuándo debo preocuparme por el pie plano de mi hijo?

Debes preocuparte e ir con tu hijo al podólogo por pies planos si tiende a caerse fácilmente, se queja de dolor en el pie o la pierna o deforma los zapatos muy rápido o gasta la suela en la parte posterior.

¿Cómo puedo prevenir las uñas encarnadas en mi hijo?

Puedes prevenir las uñas encarnadas del niño a través de una buena higiene y cortes de uñas regulares, en línea recta.

¿Es recomendable que los niños caminen descalzos en casa?

Siempre y cuando el entorno sea seguro, que los niños anden descalzos puede ser beneficioso para sus pies. Esta práctica permite un movimiento más natural de los músculos del pie y una percepción del espacio mejor, lo que propiciará un desarrollo saludable de los pies y del equilibrio.

¿Con qué frecuencia se deben realizar revisiones podológicas en niños?

Si el niño no tiene ninguna patología podológica, se recomienda que se acuda a un especialista cada 2 o 3 años. En caso de tener algún problema, deberás seguir las indicaciones del podólogo.